La Estación San Francisco es el corazón de la Línea 1 del Metro de Quito. Recibirá a más de 40 mil pasajeros cada día, y tendrá en sus espacios, áreas destinadas a mostrar la historia y el desarrollo del Casco Histórico de la ciudad y sus zonas más emblemáticas.
En su diseño se ha considerado hasta el mínimo detalle del valor patrimonial del sector. De esta manera concibió una solución innovadora para que el ingreso de la Estación se integre al entorno de la Plaza de San Francisco. Esta propuesta fue validada y aprobada por los entes rectores del Patrimonio, como la Unesco y el Instituto Metropolitano de Patrimonio.
El acceso 1 de la estación estará ubicado dentro de la casa patrimonial de las calles Benalcázar y Sucre, esquina, donde funcionó por varias décadas una agencia bancaria. Es una obra arquitectónica tradicional del Centro de Quito que data de la época colonial; por lo tanto, intervenir el edificio representa un reto de construcción para el Metro de Quito.
Respecto a las condiciones patrimoniales del Edificio, José Luis Guijarro, gerente de obra civil del Metro de Quito señala que “las estructuras del edificio están en buenas condiciones para la ejecución de la obra”. Guijarro asegura que la fachada y la cubierta están en un buen estado para ser conservadas; en el interior del Edificio, en cambio, se aprecian diferentes modificaciones ejecutadas a lo largo del tiempo, pero que no han afectado la estabilidad del Edificio.
La fachada de la casa permanecerá intacta. Mientras que en el tiempo que dure la obra, siete meses, se ha montado una compleja estructura metálica de soporte, que permitirá sujetar la misma, mientras se construye la nueva estructura del Edificio.
El nuevo acceso constará de un Nivel -1, al que se accede mediante escaleras eléctricas y gradas fijas, además de un ascensor desde el nivel de la calle. El ingreso a la Estación será totalmente inclusivo para personas con discapacidad y de movilidad reducida. Además, habrá otro nivel intermedio y un nivel de terraza. El acceso estará cobijado por una cubierta acristalada, que permitirá la entrada de luz natural.
Esta intervención, así como la construcción de la estación de San Francisco, significan un reto cargado de responsabilidad con los bienes patrimoniales de la ciudad. Así como ha ocurrido en grandes Metros del mundo, como Roma, Madrid, París, Londres, Praga, Bucarest, etc., al final de esta intervención, la Plaza de San Francisco tendrá exactamente el mismo aspecto antes y después de las obras, sin que logre mostrarse cambio alguno en el aspecto de la Plaza y sus alrededores.
Estación San Francisco tiene más del 85% de avance, y en este momento se afinan los acabados internos, para próximamente recibir las escaleras eléctricas y ascensores. Se avanza a la par con la instalación de acabados en la galería que conecta el acceso del Bulevar 24 de Mayo.