Desde el inicio de su operación comercial, el 1 de diciembre de 2023, el Metro de Quito ha transformado la movilidad y la vida de los quiteños, pero más que un sistema de transporte, se ha convertido en un vehículo de historias y conexiones. En su primer año de funcionamiento, llegará a más de 53 millones de viajes realizados, representando millones de experiencias y destinos alcanzados.
Cada viaje y estación tiene protagonistas que destacan el impacto positivo del Metro en sus vidas. Violeta Hernández, quien utiliza una silla de ruedas, afirma que este sistema inclusivo, seguro y moderno ha revolucionado su día a día: “El Metro da facilidad a toda la comunidad, es más accesible, hay confianza y me acerca a todo lo que necesito”.
Por su parte, María Tipantiza, mientras espera abordar su tren en la estación Carolina, expresa cómo el Metro ha simplificado su rutina: “El Metro me ha cambiado bastante la vida porque nos ayuda en la distancia, llegamos más rápido a la casa, puedo reunirme con mis hijos, de verdad, compartimos más que antes”. Ramiro Darquea, un adulto mayor que regresó a Ecuador después de 60 años de vivir fuera del país, comparte su emoción: “Es formidable, han hecho una obra magnífica. La gente va más feliz. Fue un buen momento para volver a la ciudad”.
Personas como Violeta, María, Ramiro y cientos de miles más se sienten orgullosas de su ciudad y del Metro de Quito, que conecta no solo lugares, sino también corazones. “Ponemos el corazón en todo lo que hacemos: trabajar, volver al hogar, alcanzar nuestros sueños. El Metro nos acerca a donde queremos llegar», dice María.